ENSA está convencida de que el mundo se encuentra inmerso en un proceso de cambio científico y tecnológico continuo y sin precedentes que aporta nuevas herramientas y capacidades. De hecho, Internet, la telefonía móvil, las redes sociales, el Internet de las cosas y la inteligencia artificial ya han alterado el curso de la historia humana, e incluso si muchas personas creen que estamos preparados para resolver potencialmente cualquier problema vasto y pendiente que enfrentemos, la tecnología igualmente socava la sostenibilidad, ya que permite una explotación de recursos cada vez más efectiva. Lo que generalmente identificamos como “cuestiones globales” (cambio climático, pérdida de biodiversidad) en realidad están interrelacionados con qué y cómo producimos y consumimos.
Los impactos de estos problemas son de gran alcance y afectan a casi todos los aspectos de nuestras vidas: amenazan la seguridad alimentaria y del agua; aumentar la frecuencia y gravedad de los desastres naturales; desplazar comunidades; hacer a la humanidad vulnerable a las pandemias; y exacerbar las desigualdades sociales y económicas existentes. ¡No es insignificante!
Abordar estos desafíos globales requiere un enfoque holístico que reconozca la interdependencia de la salud ambiental y el bienestar social. En ENSA abogamos por esfuerzos de colaboración entre todas las partes interesadas clave (gobiernos, empresas, ONG y comunidades) para crear soluciones sostenibles que protejan nuestro planeta y sus habitantes sin comprometer las posibilidades de creatividad, innovación y prosperidad económica.
Pero, concretamente, si queremos que se lleven a cabo acciones y se alcancen sus objetivos, los recursos y el desarrollo de capacidades deben converger. No tengo ningún problema en admitir que los actuales organismos multilaterales e internacionales y las iniciativas de gobierno a gobierno son útiles y ya han logrado buenos resultados; sin embargo, dada la gravedad y la continua amplificación de los problemas, es obvio que canalizar más eficazmente los recursos exige ir más allá de lo existente. Necesitamos generar orientaciones y motivaciones más precisas para que los sectores financiero y empresarial satisfagan las necesidades y esfuerzos reales para lograr la sostenibilidad sobre el terreno. Y sí, necesitamos iniciativas co-creativas y cooperativas entre todos los actores privados para alinear las inversiones con el gigantesco desafío de lograr una economía y una sociedad sostenibles y resilientes”.
Publicado originalmente en theinternetofthings.eu el 8 de octubre de 2025.
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