Los chatbots de hoy son todo máquinas. Si se puede expresar con palabras (consejos sobre relaciones, documentos de trabajo, código), la IA lo producirá, aunque sea de manera imperfecta. Pero lo único que casi ningún chatbot hará es dejar de hablarte.
En muchos de estos casos, parece que los modelos de IA estaban reforzando, y potencialmente incluso creando, delirios con una frecuencia e intimidad que las personas no experimentan en la vida real o a través de otras plataformas digitales. Al observar este panorama, es difícil no concluir que las empresas de IA no están haciendo lo suficiente. Claro, decidir cuándo debe terminar una conversación es complicado. Pero permitir que eso –o, peor aún, la búsqueda descarada de un compromiso a toda costa– les permita continuar para siempre no es sólo negligencia. Es una elección.
Publicado originalmente en technologyreview.com el 21 de octubre de 2025.
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